La inclusión digital o la accesibilidad a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ha marcado un hito en la sociedad actual al abrir un mundo de oportunidades informativas, laborales y de entretenimiento.
Sin embargo, es clave que este acceso no dependa de la condición de cada individuo. La inclusión digital es la base que garantiza igualdad y equidad de oportunidades a las personas con discapacidad, personas mayores y aquellos con menor poder adquisitivo a la hora de estar conectados digitalmente.
Es importante recordar que la brecha digital es aquella que separa a las personas que tienen acceso a internet de quienes no lo tienen.
En tal sentido, es bueno conocer que en el año 2000 había 413 millones de personas conectadas a internet en el mundo, luego el número pasó a 3.400 millones en 2016 y a finales de 2020 alcanzó los 4.660 millones.
La evolución se ha hecho notar, a pesar de ello, aún existe un 40% de la población mundial sin acceso al mundo digital o peor aún, unas 1.000 millones de personas con discapacidad que pudiesen encontrar barreras a la hora de acceder y navegar por la web.
Esta brecha digital golpea con mayor fuerza en las zonas con menos desarrollo, una de las razones de que en Latinoamérica, el acceso a internet siga siendo una asignatura pendiente y donde también la inclusión digital adquiere una mayor relevancia.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el año 2020, el 42% de la población en la región no tenía acceso a internet y unas 85 millones de personas con discapacidad podían encontrar limitaciones en la red. Brecha que se agudiza en las zonas rurales, donde solo el 28% de la población tiene acceso a la red.
La inclusión digital abre las puertas a un universo de posibilidades, desde la educación en línea, acceso a plataformas de networking y al teletrabajo, elementos fundamentales para mantener la productividad y el progreso, como ha sucedido recientemente durante los momentos difíciles que vivimos en la pandemia del COVID-19.
La brecha digital es un problema complejo que afecta a todos los sectores de la sociedad, cobrando un impacto especialmente negativo cuando queda al descubierto que grupos significativos se ven excluidos de la igualdad y equidad de oportunidades que por derecho les corresponde.
De aquí que el acceso a internet sea tan importante, llevando incluso a la ONU a considerarlo un derecho fundamental para el progreso de las sociedades. Lo que dio pie a plantear la meta de lograr que para el año 2030, todas las personas tengan acceso a la red.
La falta de accesibilidad digital, de habilidades digitales, de confianza y de oportunidades son algunos de los obstáculos que impiden que todas las personas puedan beneficiarse de las bondades que ofrece el mundo digital.
Las brechas digitales afectan desproporcionadamente a mujeres, personas mayores, minorías raciales y étnicas, personas con discapacidad, poblaciones rurales y aquellos de baja condición socioeconómica. Sectores que pueden ser activados y aprovechados en los distintos planes de acción de la economía circular y productiva de cualquier país.
La proliferación de internet ha ampliado significativamente las opciones de entretenimiento y cultura a disposición del público. Esta libertad y acceso a la cultura tiene un impacto profundamente positivo en la sociedad y la educación.
Por un lado, promueve la diversidad cultural al permitir el acceso a producciones de diferentes partes del mundo. Y por el otro, facilita el aprendizaje al poner a disposición de las personas una amplia gama de recursos educativos en línea, desde documentales hasta tutoriales especializados.
Esto enriquece nuestras vidas, fomenta la creatividad y contribuye a una sociedad más informada y conectada.
La inclusión digital, abarca una variedad de aspectos cruciales para una participación equitativa en la era digital que no debemos perder de vista.
En primer lugar, se basa en asegurar que las TIC sean accesibles para todos, lo cual implica no solo disponibilidad y precios asequibles, sino también una interfaz fácil de usar.
Por lo que se debe prestar especial atención a las tecnologías de asistencia, garantizando que las personas con discapacidad tengan las herramientas necesarias para aprovechar plenamente el potencial de la tecnología.
También es muy relevante entender que la alfabetización digital es fundamental para lograr la tan anhelada inclusión digital, de aquí la importancia de promover la formación en TIC desde la educación primaria, fomentando así, el aprendizaje continuo a lo largo de toda la vida.
Por último, la inclusión social juega un papel importante al dirigirse a los sectores desfavorecidos de la sociedad, implementando programas específicos que reduzcan la brecha digital y promuevan la participación plena en la sociedad digitalizada.
Estos cuatro pilares, en conjunto, configuran un enfoque integral hacia una inclusión digital genuina y efectiva.
Organizaciones como la UNESCO y la Comisión Europea están liderando esfuerzos para reducir la brecha digital y promover la inclusión. La educación digital, la accesibilidad y el desarrollo de contenido digital relevante son áreas prioritarias en este contexto.
En definitiva, la inclusión digital es esencial para asegurar que todos los ciudadanos tengan igualdad de oportunidades en un mundo cada vez más digitalizado. Superar los desafíos y promover la accesibilidad, asequibilidad y formación digital son la base para un futuro más inclusivo.
Desde inSuit, nos enorgullecemos de ser parte activa en la consecución de la inclusión digital, comprendiendo que cada paso hacia adelante, por pequeño que parezca, se traduce en un avance significativo para las comunidades y naciones que servimos.
Al abrazar la innovación y promover la accesibilidad digital, reafirmamos nuestro compromiso con un mañana donde la oportunidad y el progreso sean derechos inalienables para todos.
Si te sientes inspirado por el potencial transformador de la inclusión digital y deseas contribuir a este movimiento, te invitamos a contactarnos. Estaremos encantados de enseñarte el funcionamiento de nuestra plataforma de accesibilidad inSuit Tools® sin ningún tipo de compromiso.
Una plataforma que no solo permite cumplir la normativa y ofrece ayudas técnicas para la navegación accesible, sino que además consigue la remediación de los errores y problemas de accesibilidad detectados en el sitio web. Juntos, podemos construir un entorno digital más equitativo y accesible para todos.